En una mañana de mayo, iniciamos un taller de barro con mis amigas del colegio. Fue el primer contacto de ellas con la arcilla. Hicimos pequeñas piezas, peces, cuencos...
También un pequeño collage en recuerdo de nuestra amiga Raquel, de eso se trataba, pasar un día de convivencia y buscar una excusa.
Lo que aquel día hicimos tuvo su continuidad, había que finalizar aquellas piezas, cocerlas, esmaltarlas y vuelta a cocer.
Esta vez en el horno de raku. Ayer fue el día