Florecillas aplicadas en un jarrón cocido con la técnica de raku.
En cerámica está todo dicho y todo por hacer, la imaginación de cada uno nos lleva a crear piezas únicas que nunca por mas que lo intentemos nos saldrán igual.
Ayudarnos de pequeños moldes de escayola creados expresamente en este caso para adornar cualquier objeto que se nos ocurra y dar un toque diferente.
Esa es la magia y la creatividad, dar con la clave en el momento justo y comparar el resultado con el de nuestra imaginación..
Aplicaciones de arcilla blanca preparadas para hacer los moldes.
Mismas aplicaciones en escayola.
Jarrón de arcilla refractaria con una de las aplicaciones.
Piezas terminadas en horno de raku.
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